Manzanas asadas

La manzana asada con canela y nueces es uno de esos postres tradicionales que nunca pasan de moda. Su origen se remonta a las cocinas más sencillas, donde se aprovechaban los ingredientes disponibles para crear algo cálido, dulce y reconfortante. Este plato, que combina lo mejor del otoño con la calidez del hogar, sigue siendo una opción predilecta por su facilidad de preparación, su aroma irresistible y su valor nutritivo.

La manzana, cuando se hornea, se vuelve tierna, jugosa y naturalmente dulce. Al combinarla con canela, una especia cálida y aromática, se realzan aún más sus sabores naturales. Las nueces aportan el contraste perfecto: un toque crujiente y graso que equilibra la suavidad de la fruta cocida. Además, este postre puede adaptarse a múltiples versiones, añadiendo pasas, miel, avena o incluso un chorrito de licor para ocasiones especiales.

Desde el punto de vista nutricional, esta preparación es una excelente alternativa a los postres cargados de azúcar refinado. Las manzanas aportan fibra, vitaminas y antioxidantes, mientras que las nueces son ricas en ácidos grasos saludables, proteínas y minerales. Es ideal para quienes buscan un postre sabroso y natural, sin renunciar al placer de algo dulce.

Lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto en cocina para lograr un resultado delicioso. Con ingredientes simples y pasos básicos, tendrás un postre clásico que llenará tu cocina de aromas envolventes y tu mesa de sonrisas. ¡Vamos a la receta!

Ingredientes 

4 manzanas grandes tipo reineta o golden, 2 cucharaditas de canela molida, 8 nueces peladas y troceadas, 2 cucharadas de miel o sirope de arce, 1 cucharadita de mantequilla, 1 cucharadita de zumo de limón, 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional), una pizca de sal, agua (para la bandeja).

Procedimiento

Lava bien las manzanas bajo el grifo y sécalas con un paño. Con la ayuda de un descorazonador o un cuchillo afilado, retira el corazón de cada manzana con cuidado de no atravesar completamente la base. La idea es formar un hueco en el centro que luego rellenaremos.

Enciende el horno a 180?°C (arriba y abajo) y deja que se caliente mientras preparas el relleno.

En un bol pequeño, mezcla las nueces troceadas con la miel (o sirope de arce), la canela, la mantequilla derretida, la vainilla (si usas), una pizca de sal y el zumo de limón. Mezcla bien hasta que todo quede bien integrado y las nueces se impregnen del sabor especiado.

Coloca las manzanas en una fuente apta para horno. Con una cuchara, rellena el hueco central de cada manzana con la mezcla de nueces, presionando un poco para que quede bien compacta. Reparte cualquier resto del relleno sobre las manzanas o en la bandeja.

Vierte medio vaso de agua en el fondo de la fuente, lo que ayudará a que las manzanas no se resequen y a formar una base jugosa durante la cocción. Cubre la fuente con papel de aluminio para evitar que se quemen por encima y hornea durante 25 minutos.

Pasado ese tiempo, retira el papel de aluminio y hornea 10-15 minutos más, hasta que las manzanas estén blandas y la parte superior dorada y ligeramente caramelizada. Puedes comprobar el punto pinchando con un cuchillo fino.

Sácalas del horno y déjalas reposar 5 minutos antes de servir. Puedes acompañarlas con una bola de helado de vainilla, yogur natural o simplemente disfrutar de ellas tal cual, tibias y aromáticas.

Si te quedan manzanas, guárdalas en un recipiente hermético en la nevera. Se conservan bien durante 2 o 3 días y pueden recalentarse ligeramente en el microondas o al horno. ¡Y a disfrutar! MDZ