Cómo usar el aire acondicionado sin que la factura de luz se dispare

Con las altas temperaturas del verano, el uso del aire acondicionado se vuelve indispensable en muchos hogares. Sin embargo, su impacto en la factura de electricidad genera dudas sobre la mejor manera de utilizarlo. ¿Es más eficiente apagarlo cuando no se está en casa o conviene mantenerlo encendido a baja potencia? La respuesta depende de diversos factores, pero los especialistas en eficiencia energética coinciden en que no siempre apagarlo es la mejor opción.

Uno de los aspectos clave es el consumo energético al reiniciar el equipo. Cuando el aire acondicionado se apaga por completo, el ambiente acumula calor y, al volver a encenderlo, el sistema debe trabajar a máxima potencia para enfriar nuevamente el espacio. Este esfuerzo extra puede generar un mayor gasto eléctrico que sí se mantiene en un nivel bajo de funcionamiento.

Por otro lado, si la ausencia será prolongada, apagar el equipo sí resulta más conveniente. En estos casos, el uso de temporizadores o sistemas programables permite encenderlo poco antes de regresar al hogar, optimizando el consumo. Mantenerlo encendido durante varias horas sin necesidad puede traducirse en un gasto innecesario.

El ventilador es una alternativa viable en días de temperaturas moderadas. Aunque no enfría el aire, mejora la circulación y ayuda a disipar el calor corporal, consumiendo mucha menos energía que un aire acondicionado. Sin embargo, cuando el calor es extremo, su eficacia se reduce y la climatización con aire frío sigue siendo la opción más eficiente.

Para reducir el consumo sin afectar el confort, es fundamental aplicar algunas estrategias. Regular la temperatura adecuadamente es clave: cada grado que se disminuye en el termostato incrementa el gasto energético en un 8%. También es importante realizar mantenimiento periódico, limpiando filtros y revisando el sistema para mejorar su eficiencia. Además, cerrar puertas y ventanas mientras el equipo está encendido evita la pérdida de aire frío y reduce el esfuerzo del aparato.

La mejor decisión dependerá del tiempo de uso y las condiciones del hogar. Mantener el aire a baja potencia puede ser más eficiente para ausencias cortas, mientras que apagarlo es lo ideal si la casa estará desocupada por varias horas. Aplicando algunos ajustes, es posible disfrutar de un ambiente fresco sin que la factura de electricidad se dispare. MDZ