Los precios, en la economía argentina, han quedado distorsionados. La aceleración de la inflación de los últimos meses y el impacto de la suba del dólar de diciembre provocaron que se perdiera referencia del valor de los productos.
La sensación que se tiene es que, pese a la devaluación, la Argentina es un país caro en algunos rubros. No sólo para los niveles de ingresos de los argentinos, sino también cuando se compara con otros países.
Después de un tiempo en que los turistas que llegaban del exterior disfrutaban de la ventaja cambiaria, hoy son ellos mismos los que reconocen que, salvo en determinados sectores, ya se pagan en el país los mismos valores o más que fuera de las fronteras.
Productos electrónicos, automóviles, indumentaria y hasta alimentos, están a niveles del primer mundo con salarios que no están a la altura. Salvo excepciones como el precio de la carne.
Días atrás, MDZ publicó un artículo que mostraba que, en los supermercados argentinos, determinados productos eran más caros que en Italia. Por ejemplo, se citaba el caso del aceite de oliva, los fideos, el arroz y hasta los langostinos que, además, llegaban a ese país importados de la costa patagónica.
Pero hay otro rubro que, en general, muestra que los consumidores locales deben pagar más que en otros países, comparando los valores en dólares en cada mercado. Es el de las zapatillas deportivas.
Cualquiera que viaja al exterior, suele comprar este tipo de calzado en otros países porque los precios argentinos están muy por encima. Depende el tipo de cambio, en los comercios brasileños se suelen encontrar valor más accesibles que en cualquier local del país. Lo mismo sucede con Estados Unidos. La variedad y la ventaja de precios es algo que llama la atención. Hoy, la realidad muestra que esas diferencias se mantienen.
Un ejemplo sirve para ilustrar esta situación
Es el caso de unas zapatillas de marca Adidas. En Estados Unidos se vende en 50,36 dólares, con descuento, aunque su precio original sea de 65 dólares. En la Argentina, un modelo similar tiene un precio de $102.999, unos 121 dólares al cambio oficial. Las comparaciones que se pueden hacer con otras marcas también llegan a la misma conclusión.
Son varios los motivos que explican esta situación. Seguramente, la cuestión impositiva juega un papel clave. La Argentina es un país con alto nivel de impuestos que se van sumando, gobierno tras gobierno, y que terminan conformando el famoso “costo argentino”.
El otro punto tiene que ver con la competencia. En una economía cerrada por políticas proteccionistas, los precios van a tender a crecer y no a disminuir ya que la oferta va a ser limitada frente a la demanda. Estos dos factores reducen la posibilidad de consumo, más si se tiene en cuenta que los ingresos, en este caso entre la Argentina y Estados Unidos, son muy diferentes.
Mientras que el salario mínimo en el país está en alrededor de 183 dólares, en Estados Unidos los ingresos más bajos parte de 1.200 dólares.
Es decir, un sueldo mínimo en la Argentina alcanza para comprar poco más de un par de estas zapatillas, mientras que un estadounidense, con el nivel de ingreso más bajo, accede a comprar en su país 24 pares.