¿Justificando un delito?

Quiso justificar con haber experimentado un sentimiento amoroso, el abuso sexual con acceso carnal por el que fue imputado contra una menor.

Se sabe que para la Justicia, tal figura es un delito y salvo bajo ciertas circunstancias especiales, que podrían atenuar los efectos legales y penales de tal caso, siempre es un delito.

Y en el caso que nos ocupa, agravado por la condición que tenía el abusador, en el momento que ocurrió el hecho, es decir, la de ser miembro   de la comunidad eclesiástica.

El ex cura Juan de Dios Gutiérrez, en declaraciones públicas, utilizó la frase “me enamoré” para justificar la imputación que pesa sobre él, que es la de “abuso sexual con acceso carnal contra una menor de edad, agravado por ser ministro de un culto religioso” hecho sucedido cuando aún era sacerdote, en el año 2015.

Pero no solamente Gutiérrez, sino también el Dr. Martínez Azar, quien en su condición de abogado defensor, afirmó que no hay delito, en lo que hizo el cura.

Fueron públicas las declaraciones de ambos, defendido y defensor y pudimos acceder a las mismas.

Decía, un día antes de lo que debió ser el juicio en su contra, el ex cura Juan de Dios Gutiérrez:

“Estaba en Belén, donde estaba designado para ejercer el Ministerio, pero, bueno… después de que sucedieron los hechos, de los que se me acusa, yo hice una carta formal, donde me dirigí al Obispo, para pedirle la suspensión y retiro del sacerdocio”.

“Yo me enamoré, dijo Gutiérrez, y mi gran pregunta es por qué ella no lo dijo también”, (refiriéndose a la menor de 16 años, a quien abusó en el año 2015, cuando aún era sacerdote).

“Siempre tuvimos una relación frecuente, bien espontánea y hablábamos de diferentes temáticas”.

“Era una joven con la cual nos llevábamos algunos años, podíamos hablar el mismo idioma, haciéndonos diferentes planteos, con frecuentes diálogos y no sé por qué, ella no manifestó lo mismo, que éramos buenos compañeros, que seguíamos el mismo camino, y nos enamoramos”.

Luego se le preguntó cómo manifestaban esa relación, teniendo en cuenta que ella conformaba un grupo juvenil, con inquietudes afines a la iglesia y si tenían relaciones clandestinas, a lo cual, el ex sacerdote respondió:  

“Podíamos decir, que sí, pero en la clandestinidad en qué sentido, ya que, siendo sacerdote, obviamente, no se nos permite, por el voto del celibato, pero teníamos una relación fluida y los jóvenes del grupo habrán sospechado del tipo de relación que teníamos y ha llamado la atención el modo o el trato con ella, pero era siempre fluido”.

“Si ello se fue dando, fue mutuamente”

Ante la consulta si, por la formación que tuvo para ser sacerdote, tenía conciencia que se estaba relacionando con una menor y cómo ello podría llevarlo a cometer un delito, y que de hecho, lo estaban juzgando por eso, a lo cual respondió:

“Éramos muy jovenes, yo era muy inexperto en ciertas cuestiones. Soy un ser humano.”

“Era algo espontáneo, fluido, todo muy natural. Parecía como si tuviésemos la misma edad” afirmó el ex cura.

Luego se le preguntó si tenía protección de la iglesia en relación a su caso, a lo cual respondió:

“No, para nada, de ningún modo. Por eso, cuando se iniciaron las acusaciones, yo estuve detenido 36 días”.

“Al contrario, actuó de manera severa, y diciéndolo  en un lenguaje más sencillo, “me largó la mano”, “me bajó el pulgar”. Esa es la realidad. Yo siempre estuve a disposición de la Justicia.”

Seguidamente, tuvo intervención en el diálogo, el Dr. Martínez Azar, abogado defensor de Gutiérrez, quien estuvo siempre al lado del mismo, mientras se expresaba.

Dijo el abogado:

“Existen 200 fojas en el expediente, que incluyen diálogos entre Juan (Gutiérrez) y la joven por la red social Facebook, evidenciando una relación muy cordial, antes del hecho que se lo acusa, y también después del hecho, lo cual evidenciaba una manifiesta relación amorosa y que el hecho había sido consentido”

“Un consentimiento a los 16 años, no es punible, no es delito”.

“La pregunta mía, a esta altura de los hechos, es por qué, a esta altura de la investigación, con todos esos elementos de prueba incorporados a la causa, no se dijo antes” expresó el letrado.

“No es un caso de pedofilía, de abuso sexual grave y ultrajante como suele ocurrir”.

“Fue una relación amorosa entre dos jóvenes católicos, que se enamoraron”.

“Fueron a un determinado lugar, espontáneamente, sin ningún tipo de manipulación y tuvieron una relación, producto del amor”.

Luego afirmó el abogado, que casi un mes después de haber mantenido la relación, por la cual se lo acusa, siguieron manteniendo esa relación amorosa, a través de la red social Facebook.