Es que el sistema sanitario está colapsado, especialmente en lo que hace a unidades de terapia intensiva con respirador. Una situación que se repite en varias provincias debido a la multiplicación de casos de COVID-19.
En Cinco Saltos, por ejemplo, dos pacientes esperan conseguir una cama de UTI: están sentadas en la guardia del nosocomio, reciben oxígeno y, cuando se puede, duermen algunas horas en una camilla.
Las autoridades del hospital local y la familia no saben qué más hacer y apuntan contra el PAMI, que se habría negado a hacerse cargo de aportar el médico que debía viajar en la ambulancia para un traslado a Viedma, donde consiguieron una cama.
"Hacete cargo", contó que le respondieron desde PAMI la directora del hospital, Susana Marezi. Es que el centro de salud solo dispone de dos médicos, y si uno viaja tendría que hacer el aislamiento de 14 días, dejando al nosocomio sin atención.
"Las obras sociales nos han abandonado", se lamentó Marezi en declaraciones a la prensa local. Y explicó que una de las dos pacientes que esperan por una UTI es la abuela de Micaela Freyres, quien padece enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El fin de semana anterior la llevaron al hospital y el diagnóstico fue de neumonía, pero como no podían internarla, la mujer de 67 años tuvo que regresar a su casa y ser controlada por su propia familia. Pero empeoró y ahora espera en la guardia.
Sentada la mayor parte del tiempo en una silla; a la noche, los enfermeros le prepararon una camilla para que duerma. Más no pueden hacer mientras la familia y el hospital buscan un lugar donde internarla.
Micaela, su nieta, usó las redes sociales para hacer público el pedido y la negativa de PAMI a ayudarla. Y su situación es igual o similar a la de miles de argentinos mientras otros muchos se quejan por no poder ir a un bar...