Regla o no regla: cuando el tamaño termina importando

La cirugía estética cuenta ya con una extensa historia que, según informan distintos estudios, tiene su origen hace dos milenios antes de Cristo en antiguas civilizaciones. En los primeros reinos de la India, por ejemplo, eran comunes estas operaciones en personas que habían recibido antes algún castigo que implicaba la amputación de una oreja o nariz. De hecho, varios de esos métodos, estudios y resultados quirúrgicos indios fueron recogidos entre el 800 y el 400 a.C. en la colección de libros conocida como Susruta Samhita. 

Susruta, conocido también como Padre de la Cirugía Plástica, fue uno de los pioneros de la medicina ayurveda y entre los métodos, estudios y resultados que se le adjudican figura la reconstrucción de la nariz (rinoplastia) a quienes se la habían amputado por cometer adulterio, un crimen que era castigado en la India antigua. En este sentido, podría anclarse el origen de las cirugías como un método para reconstruir una parte del cuerpo perdida por distintos motivos, accidentales o como producto de alguna condena. 

Un poco más adelante, en la Roma del siglo I a. C, Aulo Cornelio Celso escribió su libro “De re medicina”, en el que hizo especial hincapié en la reconstrucción de la nariz y para el Renacimiento la cirugía estética ya era todo un orgullo entre algunas familias sicilianas y calabresas, por las que se popularizó el método indio de la rinoplastia. Es decir, ya sea por intervención necesaria (por amputación o pérdida de algún miembro) o por auto-exigencia de belleza, lo cierto es que actualmente las cirugías que transforman el cuerpo son casi moneda corriente y existe entre ellas una vasta variedad de operaciones, entre las más conocidas: implantes mamarios, corrección de nariz, achicamiento de orejas. Sin embargo, actualmente viene desarrollándose otra que tiene como objetivo hacernos personas más altas.

En este sentido, puede traerse a colación una entrevista realizada por la BBC Mundo en la que Sam Becker, un joven que en su autoestima padecía medir 1,63 m, en 2015 decidió someterse a una cirugía que él mismo denominó como "muy dolorosa" para ganar algunos centímetros de estatura y de esa forma, aumentar su autoestima. La operación, por otro lado, no es nada barata, por el contrario, es "muy costosa" y alcanza decenas y decenas de miles de dólares realizarla. Hasta el momento y tras varias intervenciones, Sam alcanzó una estatura de 1,70 m.

La operación consiste en romper huesos, normalmente de la pierna, para estirarlos con la ayuda de otra herramienta. La BBC explica que "es un sacrificio que cada vez más personas asumen para ser varios centímetros más altas. Hasta 13 centímetros pueden llegar a crecer".

El alcance de estas cirugías trasciende el ámbito del quirófano y alcanza el interés de otros ámbitos como la sociología, la psicología, la filosofía y la política. Al respecto, cabe señalar que estas disciplinas consideran que las personas que se someten a este tipo de intervenciones, por lo general, sufren problemas psicológicos a causa de lo que consideran "un defecto en su cuerpo".

Para terminar, podemos citar algún fragmento de una investigadora preocupada en el tema de las cirugías estéticas en la actualidad y que considera que en estas conductas "tiene lugar un desencantamiento del mundo que conduce a un descentramiento del sujeto", lo que conduce, a su vez, a que el sujeto pierda control sobre sus decisiones.  

Fuentes:  

- ORIGENES DE LA CIRUGÍA PLASTICA. PADRES, PIONEROS Y OTROS MÁS. Revista de Salud Pública, (XIII) 2: 47-52, dic. 2009, online: http://www.saludpublica.fcm.unc.edu.ar/sites/default/files/RSP09_2_09_mirada%20historica.pdf   

- "El uso de la cirugía estética: un acercamiento a la (re)construcción del cuerpo y la subjetividad femeninos", tesis doctoral para la Universidad Autónoma de Barcelona. Online: https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/129633/mplf1de1.pdf

- BBC: https://www.bbc.com/mundo/noticias-55222166.