Quedó detenido a los 71 años por violencia de género pero su esposa de 24 años pide que lo liberen

Salta - Es un caso inédito y delicado. Dalma Abigail Arancibia, esposa de un hombre de unos 70 años, solicitó públicamente a la justicia de Salta que lo liberen. El marido fue detenido -según la mujer- en una maniobra legal donde los hicieron concurrir a ambos con engaños, ya que la mujer había buscado ayuda de la Justicia por un problema de larga data que sostiene con sus parientes directos.

La mujer, de 24 años, quien se casó legalmente con el ahora detenido, manifestó que en calidad de esposa legítima y en uso de sus facultades como ciudadana reclama la libertad de su pareja al entender que ella "jamás" sufrió violencia física ni de otra índole de parte de su consorte, tampoco lo denunció en ninguna ocasión y que los cargos que le hicieron al hombre y que lo mantienen detenido nada tienen que ver con la denuncia que ella realizó en contra de su madre y otros por agresiones que sufrió en el pasado próximo y que por supuesto no tuvieron eco en la Justicia.

La joven relató así lo acontecido: "Yo fui a la Justicia en busca de una solución a las agresiones que sufro de parte de mi familia; allí, sin que yo estuviera al tanto, se armó una causa paralela donde al parecer me hicieron figurar como un ser incapaz, iletrado, analfabeto, que sufro supuestamente de violencia de género de parte de mi esposo".

La mujer afirma tener cursado el secundario y que jamás radicó una denuncia por violencia de género al esposo. "No pedí anular mi matrimonio ni firmé declaración alguna", dijo convencida.

"Yo fui a la Ciudad Judicial por una causa y mi esposo y sostén de la familia terminó perdiendo su libertad sin ninguna denuncia mía. Tanto yo como mis hijos lo necesitamos", agregó.

Ellos tienen un negocio del que viven. "Yo no necesito un defensor de incapaces; es más, ya nombré a mi abogada particular que elevó esta misma queja con todo el argumento y peso legal que me asiste como mujer, esposa y madre. Porque así como me presentaron están destruyéndome a mí como persona, a mi familia y también a la verdad de los hechos", contó.

"A veces pienso que desean dejarme en la calle, anular mi matrimonio, dejar a mi esposo en la cárcel, a mí desapoderada de todo y que un defensor licue los bienes de mi esposo sin que yo pueda hacer nada por mí y menos por mis hijos", narró.

La joven esposa aseguró que tuvo cuatro hijos con el hombre hoy detenido y que él confió todo lo referente a su negocio en ella hace ya tiempo. Relató angustiada que hace un tiempo aparecieron otros herederos del hombre y que esa es la "verdadera causa" que motivó lo que está viviendo.

Aunque es común que las mujeres que denuncian violencia luego no avancen con la acusación, la joven asegura que no es su caso. La Justicia deberá indagar a fondo.

"Cuando él estaba detenido vino un pariente directo de él, ingresó por el fondo mientras yo dormía junto a mis hijos, abrió la puerta de mi casa para que ingrese un policía y los otros hijos mayores del hombre. No voy a abundar en lo que pasó, no tiene caso, pero lo que hicieron es un delito a ojos vista. Así, como lo relato, así lo denuncié", enfatizó Dalma.

Insiste en que no puedo ver a su esposo, que está en la Alcaidía. "Sinceramente lo necesitamos", dijo la joven mujer.

Luego se refirió con un poco de desazón a lo que entiende sufre su marido en la Alcaidía: "El es un hombre mayor ya, está enfermo, tiene 71 años. Sufre una severa enfermedad del corazón. Tiene secuelas de tres puñaladas que sufrió por lo mismo, sus propiedades. Hoy en día debe hacer un tratamiento que no lo está haciendo por estar privado de su libertad y solo su hermana lo puede visitar".

En tanto una hermana del detenido dijo que el hombre está deprimido, que no entiende el porqué de su situación, pero que sabe que es un hombre de fe "inquebrantable" y espera resignado. Ambas esperan más explicaciones, pero se avizora un caso muy complejo.

"Sufre mucho por su joven esposa y por sus pequeños hijos. Mi hermano es una persona muy aferrada al Antiguo Testamento, de una religiosidad -a veces- excesiva para estos tiempos", afirmó.

"Él clama por su libertad desde su encierro porque entiende que no está allí por la denuncia de nadie", agregó.

"Yo creo que por su edad no debiera estar allí y por lo que él transmite hoy yo debo velar por la seguridad de su esposa y de sus hijos, porque ella sola no puede estar, ya que fue víctima de abusos en ausencia de su esposo y teme por su seguridad. Nosotros deseamos que él recupere su libertad y que esto se aclare como debe ser, con diálogo y con verdad, porque hay una mujer y dos niños que lo necesitan y que aseguran no ser sus víctimas", finalizó la mujer.

La joven Dalma Abigail Arancibia asegura que conoció a su esposo hace como una década y que tras el paso de los años tuvieron cuatro hijos. No es un dato menor, ya que entonces ella era menor de edad al conocerlo.

La joven dijo que cursó toda la escuela primaria y parte de la secundaria y que desde hace bastante tiempo se encarga de todo lo concerniente al negocio que comparten en una gran propiedad.

“Hace mucho tiempo él cedió casi todo su patrimonio a los hijos de su primer matrimonio. Solo se quedó con un terreno que de a poco lo levantó. Con el correr de los años y su ingenio para los negocios lo hizo viable y hoy se hizo visible”, comentó la joven.

“Nosotros tuvimos una desgracia hace un tiempo atrás, una tragedia. Un incendio en nuestra vivienda se llevó la vida de dos de mis hijos. Desde entonces permanecimos más unidos que nunca y nos volvimos a levantar de a poco. Hoy veo que todo se derrumba, porque él está allá, incomunicado, no lo puedo ver, no puedo hablar con él, tampoco mis hijos. Lo necesitamos todos, la verdad es esa y por eso lucho con todo lo que tengo para que regrese a casa”, afirmó.  El inédito caso necesita una intervención de las autoridades. El Tribuno Salta